¿Sientes que te cuesta cuidarte como te gustaría?
¿Sueles pivotar entre períodos de comer muy sano y períodos de descontrol con la comida?
¿Empiezas a comer y te cuesta parar?
¿No eres capaz de dejar nada en el plato a pesar de que ya tienes suficiente?
¿La culpa al comer está muy presente en tus elecciones diarias?
¿Tienes una mala relación con tu cuerpo y eso influye en tus elecciones alimentarias?
¿Comes muy rápido y eso te dificulta disfrutar de la comida?
Quizá tengas claro que tu relación con la comida no es todo lo sana que te gustaría.
Quiero que sepas que no estás sola, el contexto no nos pone nada fácil cuidarnos.
Pero también quiero que sepas que es posible cambiar tus patrones alimentarios.
Y un primer paso para mejorar tu autocuidadoes el conocer realmente la base de tu estilo alimentario.