Cuando llegué a la consulta de Mireia había pasado por años de trastornos de alimentación que me habían llevado a desarrollar un trastorno por atracón, fueron 4 años de mucho sufrimiento hasta que decidí que necesitaba tomar otro camino y por suerte llegué a Mireia.
Mindfulness era tan diferente a todo lo que había leído hasta el momento, en cuanto me explicó cómo funciona la mente y el cuerpo fui entendiendo poco a poco que la compasión y amor hacia uno mismo son las bases para cuidar tu cuerpo y sentirte bien, alimentar el cuerpo para tener energía y nutrirlo, no para tapar emociones y sentimientos.
Primero realizamos algunas clases personalizadas que me sirvieron de mucha ayuda, ya que pude profundizar más en lo que a mí personalmente me preocupaba y cuando estaba un poquito mejor realicé el curso en grupo, fue maravilloso compartir la experiencia con otras personas que tenían problemas relacionados con la comida.
Ha sido un proceso lento pero nunca me he sentido tan bien como ahora, los atracones han desaparecido por completo y he aprendido a identificar cuando tengo hambre real y cuando no, a quererme a mí misma y a no querer hacer daño a mi cuerpo.
Queda mucho camino por recorrer pero lo vivo con ilusión y ganas de cada día seguir aprendiendo, el crecimiento personal que he experimentado es maravilloso.”