EN PRIMER LUGAR, GRACIAS POR ESTAR AQUÍ Y
TE FELICITO POR QUERER INCORPORAR LA COMPASIÓN EN TU VIDA
Te cuento que descubrí la compasión hace ya unos cuantos años cuando empecé a formarme en mindfulness y mindful eating. Y para mi fue una auténtica revolución. Personalmente, solía motivarme desde la autocrítica. Es lo que aprendí y es lo que veía hacer a las personas que me rodeaban. Y cuando empecé incorporar en mi consulta las prácticas de mindful eating, veía que una de las cosas que más atascaban a mis acompañadas era el discurso interno autocrítico que aparecía cuando sentían que no hacían lo suficientemente bien. Y pude empezar a experimentar tanto en mi como en mis acompañadas todos los beneficios de esta maravillosa práctica, que no solo sirve para tratarnos con amabilidad y comprensión en los momentos de sufrimiento, sino que es un verdadero motor de cambio.