Hola a todos,
hoy inicio con mucha ilusión mi blog, con la intención de reflexionar y aportar valor a mis seguidores sobre el enfoque de la no dieta, los hábitos saludables, la aceptación corporal y la práctica del mindul eating
Como os comento, trabajo en una consulta ayudando a mis clientes a mejorar sus hábitos de salud, su relación con la comida y con su cuerpo, y cada vez tengo más claro que muchos de los problemas de salud que nos acosan hoy como sobrepeso y obesidad, estrés o ansiedad mejorarían muchísimo tan solo practicando el estar más presentes en nuestro día a día, más presentes en relación a lo que comemos, a lo que sentimos y a lo que hacemos.
MINDFULNESS A LA HORA DE COMER: MINDFUL EATING
Podemos recordar qué hemos comido hoy, pero recordamos realmente a qué sabía, qué estábamos sintiendo cuando nos los comíamos… o más fácil todavía, ¿recordamos en qué momentos del día hemos tenido hambre y hemos obviado ese hambre? ¿nos hemos sentido estresados pero no hemos sido conscientes de ese estres?
Empezaré poniendo un ejemplo de a qué me refiero….
Muchos de mis pacientes me comentan que poco tiempo después de acabar las numerosas dietas que han hecho siempre acaban olvidando ese tentempié ligero que les habían aconsejamos a media mañana. Mientras están a dieta, lo siguen a raja tabla, nunca se olvidan, porque claro «me lo ha recetado mi nutricionista». Pero una vez el objetivo está conseguido, qué pasa… pues que adiós a la manzana de media mañana. Y yo me pregunto, ¿por qué pasa eso? ¿Es que ya no tienen hambre a media mañana? ¿Es que es un aburrimiento comer esa manzana de media mañana? Pues sí que puede ser un aburrimiento…., no lo voy a negar, pero quien dice una manzana dice unos frutos secos, una tostada, un mango riquísimo…
El problema más bien está en la pérdida de consciencia respecto a nuestro cuerpo y nuestra hambre… llamadas, emails, reuniones… y zas, la mañana pasó. Llegan las dos del mediodía y me comería un buey. Claro que tuvimos hambre, pero no lo detectamos porque estábamos distraídos con otras actividades.
El estrés y los hábitos no desconectan de nuestras necesidades, de nuestro estómago y de las señales de hambre que nos envía y nos impide estar presentes y cuidanos como nos gustaría.
PRACTICA LA CONSCIENCIA PLENA A LO LARGO DEL DÍA
Puedes empezar a practicar el estar más presentes a lo largo de tu día simplemente cerrando los ojos durante un minuto o dos (si estás en la oficina rodeado de gente, puedes hacerlo con los ojos abiertos) , sintiendo cómo entra y sale el aire por tu nariz. Te puede ayudar ponerte una alarma en el móvil cada hora como recordatorio.
Aprovecha esos minutitos para ponernos las manos sobre tu estómago (si, si… tenemos estómago) y tomar conciencia de cómo está. ¿Tengo hambre? ¿Cuánta hambre tengo en una escala del 0 al 10?
Esta sencilla práctica de Mindfulness puede ser un primer paso para empezar a estar más presentes y concectada contigo misma y un primer paso para empezar a trabajar a favor de esa conexión cuerpo-mente-emociones. Fácil, ¿no?
MIREIA HURTADO. PSICÓLOGA, TÉCNICO EN DIETÉTICA Y NUTRICIÓN Y ESPECIALISTA EN ALIMENTACIÓN CONSCIENTE, MINDFULNESS Y COMPASIÓN.
Espero que este artículo te haya resultado interesante. Si crees que necesitas más ayuda para poner paz a tu relación con la comida y cuidarte sin dietas ni restricciones, estaré encantada de explicarte cómo te puedo ayudar.