DESCUBRE POR QUÉ LA MENTALIDAD DIETA TIENE LA CULPA DE QUE TU ALIMENTACIÓN SALUDABLE NO TE FUNCIONE.
El concepto no dieta o salud en todas las tallas poco a poco va entrando en nuestro país. En países como Estados Unidos o Australia forma parte de un importante movimiento avalado por numerosas investigaciones al que cada vez más dietistas y profesionales de la salud se están adhiriendo.
El paradigma de la no dieta es una aproximación a la salud desde la promoción de hábitos saludables sin focalizarse en la pérdida de peso, que surge de la obviedad de que las dietas de adelgazamiento no funcionan a largo plazo. Mindful Eating y Comer Intuitivo forman parte de este nuevo paradigma de salud.
DIETAS
Son muchas las personas que por motivos de salud, estética, se apuntan a dietas de adelgazamiento de moda, como las dietas de batidos proteicos, dietas por puntos, dietas disociadas, etc… Pero también son muchas las personas que sin querer hacer dieta buscan hacer un cambio de hábitos y se apuntan a tendencias nutricionales más o menos de moda, como son las “dietas healthy» , raw, paleo, sin gluten, veganas, détox, etc…
A menudo estas personas me comentan que a pesar de querer incorporar hábitos saludables, siguen sintiendo que en ciertos momentos pierden el control sobre la comida. Y el motivo es que están haciendo una “pseudo-dieta” sin saberlo.
Y para entender por qué a pesar de llevar una alimentación supersaludable aún sientes que estás en lucha con la comida y que tienes que utilizar la fuerza de voluntad o el control para regularla, tienes que entender qué es exactamente “dieta”.
Dieta no es una acción, sino una forma de relacionarte con la comida basada en reglas externas que te llevan a desconectarte de tus necesidades físicas y emocionales reales.
Estar a dieta es tener una relación emocional con la comida basada en la culpabilidad o la vergüenza fruto del cumplimiento o no de esas reglas externas.
Estar a dieta es catalogar a los alimentos como buenos o malos, dotando a tus decisiones en torno a la comida de un valor moral, es decir, si escojo alimentos buenos me porto bien y en consecuencia me siento bien conmigo, si escojo alimentos malos, me porto mal y en consecuencia me siento mal. Esto resume lo que es la mentalidad dieta.
Aquí tienes algunas otras pistas para saber si estás funcionando desde la mentalidad dieta :
- Cuentas calorías o controlas los hidratos de carbono.
- Comes solo alimentos seguros o combinaciones seguras (nunca hidratos con proteínas, nunca fruta después de las comidas, etc…).
- Has eliminado grupos enteros de alimentos solo porque tu plan dietético te lo dice.
- Compensas las ingesta de los “alimentos malos”, saltándote comidas, reduciendo la ingesta de la siguiente comida, o haciendo ejercicio extra.
- Te pasaste a la dieta vegana, sin gluten, paleo, etc… con la intención de modificar o adelgazar tu cuerpo.
Y lo cierto es que por muy saludable que sea tu alimentación, si te relacionas con la comida desde esta mentalidad dieta o lo que es lo mismo, en base a reglas externas, en realidad estás haciendo una “pseudo-dieta” y tendrás altas probabilidades de acabar sufriendo las consecuencias de la dieta, como son el comer descontrolado o incluso atracón, perpetuando una relación de lucha con la comida.
Y para entender esto es importante que sepas que cuanto más te prohíbas un alimento más lo ansiarás porque que al restringirlo nos volvemos emocionalmente más sensibles a esos alimentos “prohibidos”.
Pero además, cada vez que rompes una de esas reglas, uno de esos “debería comer o no debería comer”, aparece lo que se conoce como efecto “última cena”, es decir, aparece una distorsión cognitiva de forma automática que te dice “aprovecha ahora ya que no sabes cuándo te vas permitir esto de nuevo” que te conduce directamente a la sobreingesta e incluso al atracón.
HAMBRE EMOCIONAL
Actualmente se habla mucho sobre el hambre emocional y la importancia de aprender a diferenciarla del hambre física para cuidarnos mejor. En realidad, me doy cuenta que el hambre emocional está de moda y son muchos profesionales de la salud quieren ayudar a sus pacientes/clientes a gestionar su hambre emocional.
Pero también me sorprende mucho que esos mismos profesionales basen su trabajo (muchas veces sin ser conscientes de ello), en una una alimentación basada en reglas (sin gluten, raw, paleo,etc..) lo que puede colocar a sus clientes en un callejón sin salida : como sano, estoy aprendiendo a gestionar mi hambre emocional pero aun así sigo teniendo momentos de descontrol. Insisto, con toda las buenas intenciones por parte del profesional.
A veces bajo eslogan “No es dieta, son hábitos saludables” se puede estar enmascarnado una dieta si por parte del profesional no se ayuda a explorar al paciente esos patrones mentales y a sustituir las reglas externas por la autoregulación interna.
Muchas personas se auto-identifican como comedores emocionales, cuando realmente la raíz del problema no es emocional en absoluto. El problema es la dieta, la mentalidad dieta y los sentimientos de privación que crea. No quiero decir con esto que no exista el comer emocional puro, pero por mi experiencia y por lo que muchos estudios indican, las personas que hacen dieta o pseudo-dieta reportan más a menudo que recurren a la comida como forma de consuelo, mientras que las no hacen dieta son más propensos a alejarse de los alimentos en tiempos de estrés.
MENTALIDAD DIETA
Prohibir alimentos aumenta el deseo por esos alimentos y activa la mentalidad dieta, todo o nada, que a su vez aumenta las probabilidades de comer de forma compulsiva. Tan pronto como nos prohibimos algo, lo deseamos más fuertemente y la prohibición nos lleva a comer de forma compulsiva.
Por lo tanto, poner consciencia a cómo la mentalidad dieta está afectando a tus patrones en la alimentación es el primer paso para tener una relación saludable y en paz con la comida.
Y es que hasta que no sueltes esa mentalidad dieta, no tendrás una verdadera relación armoniosa con la comida.
¿Qué puedes hacer?
- En primer lugar, ¡deja de hacer dieta! Date cuenta de todas esas reglas que dominan tu alimentación y pregúntate cómo te han ayudado a cuidarte hasta ahora. Hay numerosas investigaciónes científica que avala los daños físicos y emocionales que provocan las dietas. En primer paso para poner paz a tu relación con la comida es darte cuenta en qué medida las dietas te han ayudado a cuidarte a largo plazo y reconocer que si las dietas son el problema, no pueden formar parte de la solución, aunque solo sea “estar un poco a dieta”.
- Date permiso para comer, pero permiso incondicional. Permiso quiere decir permitirte comer ese pastel que tanto te gusta, permiso para comer un plato de pasta con tomate y queso, permiso para comer fruta de postre, etc… Cuando te das permiso incondicional la culpa desaparece y estás mejor preparado para darte cuenta de cuánto disfrutas realmente esos alimentos, cómo te sientan, qué cantidad necesitas de ellos y cómo te hacen sentir luego, físicamente y emocionalmente, es decir, poder decidir comerlos porque realmente los quieres y no como consecuencia de esa mentalidad dieta “basta que me los prohíba para que más los ansíe” o “ya que me lo estoy comiendo, voy a aprovecharlo al máximo”.
- Aprende a comer con consciencia plena, en el momento presente, con aceptación y sin juicio. Aprender a comer en base a las señales internas será tu aliado para guiar tus elecciones. Cuando soltamos la mentalidad dieta, y empezamos a establecer una relación curiosa y sin juicio con la comida, no basada en la moralidad sino en la consciencia de cuánto lo disfruto, cuánto necesito de esto, una relación basada en la escucha del cuerpo, de las señales de hambre, de plenitud y de satisfacción, podemos empezar a cultivar unos hábitos saludables a largo plazo, desde la autoregulación, la experimentación,
La alimentación consciente o mindful eating pone el énfasis en la auto-observación, la experimentación y la auto-regulación como claves para incorporar unos hábitos saludables a largo plazo. Observar, reconocer y actuar desde la responsabilidad te ayudará a normalizar tu relación con la comida.
Y si todo esto que te explico te resuena, te invito a que empieces a escuchar tu cuerpo, a confiar en él, en tu intuición y que empieces a soltar esa mentalidad dieta que perpetúa la lucha contigo y con la comida. Me encantará que me dejes un comentario y me expliques si ya has soltado la mentalidad dieta, si estás en el camino o si esto es nuevo para ti.
REFERENCIAS
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