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NO NECESITAS UNA NUEVA DIETA, NI UNA DETOX, NI COMER LIMPIO

Septiembre y enero son los dos momentos del año que nos vemos más bombardeados por la publicidad de dietas de adelgazamiento o de «planes nutricionales» como las détox, vendiéndonos la ilusión de poder conseguir aquello que nos hemos conseguido hasta ahora, estar más delgados, con más energía, menos intoxicados…

En estos dos meses, la industria del adelgazamiento disfrazada de “estilo de vida” y “hábitos saludables”, “détox”, “come limpio” “wellness”, etc…se aprovecha de nuestros sentimientos de culpabilidad después de los excesos post-vacacionales y nos tientan con la idea de una nueva vida, una vida que nos hará más felices y que podemos conseguir fácilmente si nos lo proponemos «de verdad» y cumplimos con las reglas de ese plan.

Y es tan fácil picar….porque en definitiva lo que hacen es aprovecharse de ese sentimiento de culpabilidad y de que las dietas a corto plazo sí que funcionan.

Todos hemos experimentado o conocemos a alguien que ha perdido 5, 10, 15 o incluso 40 quilos con la dieta o plan de moda. Pero a largo plazo…esa  ya es otra cuestión.

Lo que la ciencia dice muy claramente, es lo contrario.

Las dietas no solo no funcionan sino que la gran mayoría de las personas que intencionalmente tratan de perder peso, terminan recuperando el peso perdido y que de un tercio a dos tercios acabarán en una recuperación mayor del peso inicial.

Además, las dietas continuadas nos colocan en riesgo de desarrollar un trastorno alimentario como el trastorno por atracón.

Pero es  muy difícil no caer en la tentación de todo aquello que nos prometen las dietas, aquello que no tenemos y que necesitamos urgentemente: más delgadez, más belleza, más energía, más bienestar, más confianza en uno mismo, más felicidad…quién no quiere todo eso.

Desde mi experiencia de más de 25 años acompañando a personas que quieren adelgazar y con mis propios conflictos con la comida, las dietas a donde nos conducen es a la frustración y al sentimiento de fracaso.
Y esto, la ciencia también lo corrobora.

Cuando empezamos una dieta o el plan que sea, lo hacemos acompañados de una subida de adrenalina y dopamina que nos hace sentir muy bien y la visualización del éxito que nos prometen nos lleva a pensar que esta vez sí, esta vez será la definitiva.
¿Has experimentado alguna vez ese subidón? Yo si.

Ahora bien, la frustración empieza a surgir cada vez que fallamos, porque las dietas y «los planes saludables» lo que hacen es apelar a nuestra fuerza de voluntad y esta, cuando hablamos de comida, se acaba agotando. Porque  comer no tiene nada que ver con la fuerza de voluntad.

La alimentación está relacionada con instintos primarios, instintos de supervivencia que nos llevan a comer cuando tenemos hambre, cuando necesitamos placer, cuando necesitamos compartir, etc… y estos instintos no se pueden controlar a base de fuerza de voluntad.

¿Por qué no necesitas una nueva dieta?

Cuando fallamos con una dieta, pensamos que el problema lo tenemos nosotros, pero lo cierto es que  la base sobre las que se sostiene la dieta es la que falla, no nosotros.

Las dietas o los planes en forma de détox, come limpio, etc…nos desconectan de nuestras necesidades de nutrición y placer, nos desconectan del cuerpo y nos hacen funcionar por reglas externas insostenibles en el tiempo que nos dicen lo que debemos o no debemos comer.

He visto mujeres increíbles, fuertes, seguras, luchadoras, empequeñecerse por culpa de una dieta, sentir que hay algo mal dentro de ellas porque no son capaces de sostenerla en el tiempo.

Y se preguntan:

¿por qué si en otras facetas de mi vida tengo tanta fuerza de voluntad, no puedo con la dieta?

La respuesta es esta: porque la alimentación no se puede controlar a base de fuerza de voluntad.  Pero eso es lo que nos quieren vender, que en realidad los que fallamos somos nosotros, no la dieta.

Cada vez me resuenan más varios artículos que he leído últimamente dónde se apunta que las dietas de adelgazamiento son una forma más de manipulación de masas, sobre todo hacia las mujeres.

Porque mientras ponemos nuestras energías en hacer dieta, intentando con ello estar dentro de los cánones de belleza, intentando emparejarnos con lo que la sociedad premia y valora, es decir, ser delgadas y tener éxito, la vida se nos pasa, y perdemos la energía necesaria para expresar todo nuestro potencial.

Y escribiendo esto me he acordado de este poema de Marianne Williamson 

«Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro temor más profundo es que somos excesivamente poderosos. Es nuestra luz, y no nuestra oscuridad la que nos atemoriza. Nos preguntamos: «¿quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso?» En realidad, ¿quién eres para no serlo? Infravalorándote no ayudas al mundo. No hay nada de instructivo en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras cerca de tí. Esta grandeza de espíritu no se encuentra sólo en algunos de nosotros; está en todos. Y al permitir que brille nuestra propia luz, de forma tácita estamos dando a los demás permiso para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo, automáticamente nuestra presencia libera a otros.»

Me resuena mucho porque todos tenemos una esencia, un potencial, que va mucho más allá de nuestro cuerpo pero nos debilitamos  al intentar formar parte de la tribu, encajar en lo que la sociedad dice que deberíamos ser. Y digo esto con mucha humildad porque aunque yo nunca he tenido que luchar por sentirme incluida, estoy delgada y nunca he sufrido bulling por mi forma física, entiendo perfectamente que uno quiera cambiar su cuerpo para sentirse más aceptado.

Pero mis años de trabajo en el sector de la dietas y mi experiencia personal me han enseñado que la mayor parte de los intentos que hacemos por formar parte del grupo haciendo dieta, machacándonos en el gimnasio, pendientes de las últimas novedades estéticas nos impiden vivir la vida que en realidad queremos vivir.

NI DIETAS, NI DÉTOX, NI COME LIMPIO, ¿ENTONCES QUÉ?

Seguro que ahora te estarás cuestionado: pero si yo para vivir la vida que quiero vivir lo que necesito es tener un peso más saludable, ¿qué tengo que hacer?

Si lo que quieres es hacer algo por tu salud, puedes considerar varios caminos alternativos a las dietas restrictivas. No hay una fórmula mágica, pero ten siempre en cuenta que la salud es mucho más que un número en la báscula.

Y sobre todo, considera un camino más amable y compasivo contigo misma que el de las dietas y las restricciones, un camino que no te genere sufrimiento y frustración.

  • Puedes empezar a considerar la posibilidad de atender a tu cuerpo, honrando las señales de hambre, plenitud y satisfacción.
  • Puedes considerar practicar un movimiento físico que disfrutes y que le siente bien a tu cuerpo.
  • O a aprender a respetar tu cuerpo y respetarte a ti misma, nutriéndote desde la autorregulación y no desde el control.
  • O empezar a aceptar tu cuerpo como paso previo para construir una relación más saludable contigo y con la comida.
  • Puedes aprender a preparar platos nutritivos que a la vez te sean también placenteros.
  • Y puedes considerar rodearte de personas que te ayuden a brillar, con las que te sientas bien y que os nutráis mutuamente.
  • Y aprender a gestionar tus emociones y a atender tus necesidades para tener otras formas de confortarte y consolarte además de la comida.
  • También puedes cuestionarte qué es lo que realmente persigues con la pérdida de peso y si tal vez es algo mucho más profundo que conseguir una forma estética concreta.
  • Y por supuesto, puedes empoderarte para hacer de esta sociedad un lugar más justo donde no se nos valore por la forma de nuestro cuerpo.

Hagas lo que hagas…

Lo que NO necesitas es hacer una nueva dieta, ya sea de adelgazamiento, détox, raw, sin gluten etc…

Sobre todo si ésta aumenta la distancia entre tu cuerpo, tu mente y tus emociones. Una dieta que te debilite, que te haga dudar de ti misma y tus capacidades.

En definitiva, no necesitas un nuevo YO porque ya eres suficiente tal y como eres.

 

Si quieres saber más sobre el tema puedes echar un vistazo a las charlas gratuitas sobre alimentación consciente que tengo programadas en Barcelona para SEPTIEMBRE y OCTUBRE. O si estás muy lejos quizás te interese mi curso online.

REFERENCIAS

Mann T, Tomiyama AJ, Westling E, Lew AM, Samuels B, Chatman J. Medicare’s search for effective obesity treatments: diets are not the answer. Am Psychol. 2007;62(3):220-233.

Korkeila M, Rissanen A, Kaprio J, Sorensen TI, Koskenvuo M. Weight-loss attempts and risk of major weight gain: a prospective study in Finnish adults. Am J Clin Nutr. 1999 Dec;70(6):965-75

Polivy J, Psychological consequences of food restriction. J Am Diet Assoc. 1996 Jun;96(6):589-92; quiz 593-4.

Amati F, Golay A .Dieting or non-dieting? Rev Med Suisse. 2005 Mar 23;1(12):814-7

Manore MM. Chronic dieting in active women: what are the health consequences? Womens Health Issues. 1996 Nov-Dec;6(6):332-41

 

 

 

 

 

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