Ya hace bastantes días que veo por redes sociales numerosos anuncios, minicursos, posts y memes con plan détox post excesos navideños. Es una moda que viene de lejos pero que últimamente está cogiendo mucha notoriedad.
La moda del plan détox
Cuando era más joven, hice varias détox. Durante muchos años, de los 17 a los 26 trabajé en una tienda de productos dietéticos. Estamos hablando de hace unos 25 años y ya vendíamos numerosos productos para detoxificar el cuerpo en forma de jarabes, pastillas, gotas, etc… y ya en aquel momento eran los productos estrella.
Más tarde entró la moda del sirope de savia a la que me apunté varias veces, y de unos años a esta parte están de moda los batidos y smoothies verdes.
Por suerte, esta moda ya me ha pillado en un momento de mi vida que rechazo claramente la idea de que mi cuerpo necesita una limpieza especial.
Como te comentaba, solía practicar esto de las detox, y cuando echo la vista atrás conecto más con la emoción de culpa que con una sensación física de estar intoxicada. ¿Te resuena esto a ti también?
Actualmente el concepto plan détox de por sí me suele crear cierto rechazo porque desde mi punto de vista moralmente conlleva la idea de que hay algo mal dentro de mí que tiene que ser eliminado de una forma especial y está más relacionado con sentimiento que con una sensación física.
La détox a menudo tiene que ver con las consecuencias la mentalidad dieta: del control pasamos al descontrol (o a los excesos naturales de estas fechas) y la detox nos alivia a aliviar la culpa por habernos «portado mal».
¿Tiene sentido el plan détox con la alimentación consciente?
Desde la alimentación consciente promovemos la incorporación de hábitos de autocuidado a largo plazo, conectados con nuestro cuerpo y sus necesidades físicas y emocionales. Se promueve una alimentación flexible, donde es normal que hayan épocas del año de mayores excesos, (forman parte del contexto). La consecuencia de esta práctica es que salimos de los bucles todo/nada que nos alejan del autocuidaod.
Cuando practicamos la alimentación consciente, una detox puede tener sentido porque nuestro cuerpo nos lo pide, pero no para aliviar la culpa de la mente.
Además tenemos que tener en cuenta que el cuerpo tiene sus mecanismos naturales para desechar todo aquello que no necesita gracias al hígado, pulmones y riñones.
Con esto no quiero decir que la détox sean algo malo per se, ni pretendo juzgar ni criticar a quien decide hacer una detox. Conozco a muchas personas que la practican habitualmente y dicen sentirse fenomenal de energía después.
Personalmente en un momento de mi vida decidí eliminar todo aquello que mi mente me decía que debería hacer pero en cambio mi cuerpo no me pedía.
Así que si decides empezar el año con una détox, te puede ayudar la reflexión sobre si es tu cuerpo el que te la pide o más bien es tu mente la que te dice que deberías hacerla porque te has portado mal, cometido excesos, etc…es decir, es la culpa la que dirige tu vida.
Después de explicarte esto y como puedes imaginar, mi lista détox no tiene nada que ver con la alimentación sino con hacer limpieza de todo aquello que te puede estar estorbando y que te está impidiendo vivir la vida que quieres vivir. Y están más relacionados con el aprender a nutrirte físicamente y emocionalmente que con la idea de que hay algo mal en ti.
Aquí va mi propuesta de 6 plan détox para el 2022:
Puedes hacer détox de papeles sin archivar, trastos y cachivaches que ya no te sirvan y que estén ocupando un espacio en tu vida.
Soltar cosas materiales, ordenar y clasificar es una de las actividades más gratificante que conozco y que mejor me hacen sentir después.
Puedes hacer détox de tu armario y deshacerte de todo aquello que no te hayas puesto en un tiempo.
Personalmente lo que me funciona es pensar si me lo he puesto en dos años o no, y si no es así: ¡fuera! Deshazte también de toda aquella ropa que solo te entra después de matarte de hambre y sufrir haciendo dieta. Esas prendas te recuerdan continuamente que hay algo que mejorar/ arreglar en ti y te conectan con el sentimiento de que tu cuerpo no es lo suficientemente bueno o bonito. Permítete tener ropa que con la que te sientas cómoda, sexy, bonita en el aquí y en el ahora, no pospongas el arreglarte a ese momento futuro que solo llega a base de sufrimiento y frustración.
Puedes también desintoxicarte de las redes sociales.
Haz limpieza de todo aquel a quien sigues que no te aporte valor o que te haga sentir que no eres suficiente.
Personalmente, dejé de seguir a varios gurús de la salud con cientos de seguidores porque me di cuenta que ese no era el espejo en el que quería mirarme. Sé selectiva con aquello todo aquello que te ofrece la red, vivimos rodeados de estímulos y tenemos que valorar qué merece nuestro tiempo y atención. Recuerda que los profesionales que publicamos en redes tendemos a publicar solo una parte de nuestra vida, la más idílica. Todos tenemos miserias, días buenos y días malos. Date cuenta si a quien sigues expresa la realidad tal y como es o solo muestra una parte de ella para vender.
Puedes desintoxicarte también de todas aquellas relaciones sociales que te hagan sentir que no eres suficiente.
Al igual que con las redes sociales, no todas las personas que nos rodean merecen nuestra atención y tiempo. Aprender a poner límites y buscar personas que estén más alienadas con tus valores, puede tener una gran repercusión sobre tu salud y bienestar. Date cuenta si las personas que te rodean te respetan cuando decides decir “no, ya tengo suficiente”, ya sea de comida, copas, juerga, compras, incluso deporte.
Desintoxícate la mentalidad dieta y de sus consecuencias.
Relacionarte con la comida desde el juicio de alimentos buenos o malos, limpios o sucios te puede generar sentimientos de vergüenza y culpa. Puedes disfrutar de todos los alimentos y seguir sintiendo bienestar, salud y energía. Además, la mentalidad dieta te desconecta de las señales que te envía tu cuerpo de hambre, plenitud y saciedad y satisfacción y te conduce fácilmente a comer entre extremos. Deshazte de la báscula o proponte pesarte solo de vez en cuando y tómate el resultado como un indicador más de tu salud. La salud no viene determinada por un número en la báscula, sino que es una combinación de cómo te sientes físicamente, emocionalmente, cómo sientes tu cuerpo en movimiento, etc…
Y también puedes intentar desintoxicarte de todo discurso interno que te haga sentir que no eres suficiente.
Soltar los juicios y la comparaciones hacia ti y hacia los otros. Recuerda que la salud se da en numerosas tallas y formas físicas y no sabes cuál es la realidad que hay detrás de esos cuerpo tan bonitos y esbeltos que ves en redes sociales. Además, cómo nos hablamos a nosotras mismos tiene un fuerte efecto en nuestro sistema nervioso y hormonal. Cada vez que te detectes con un discurso crítico o juicioso hacia ti o hacia los otros, puedes intentar pensar qué le dirías a una buena amiga en esas circunstancias y decírtelo de forma amable a ti misma.
Interacciones con los lectores