La Alimentación Consciente es comer con la atención en el momento presente.
Alimentación Consciente o Mindful Eating es darnos cuenta tanto de lo que experimentan nuestros sentidos al comer, así como de los pensamientos, emociones y patrones automáticos implicados en todo el contexto de nuestra alimentación. Comer conscientemente es lo opuesto a comer con el piloto automático.
Tenemos por delante unos día de relax, para disfrutar con la familia y con los amigos y seguramente muchas veces será alrededor de una mesa, compartiendo una deliciosa comida.
Pero, cuando comemos, ¿disfrutamos realmente de lo que tenemos delante?
Según dicen numerosos estudios la mayoría de personas comemos demasiado rápido y sin masticar lo suficiente.
Esta forma de comer nos impide realmente estar presentes en la experiencia, permitiendo que nuestros sentidos disfruten.
Además, nuestro cerebro necesita por lo menos 20 minutos para recibir las señales de saciedad del estómago. Por tanto, comer rápido hace que la mayoría de veces comamos más de la cuenta y encima nos quedemos insatisfechos.
Lo contrario de comer rápido o con el piloto automático es practicar la alimentación consciente o mindful eating. Es una forma de nutrir el cuerpo, la mente y los sentidos a través de los alimentos, haciendo que la experiencia de comer se vuelva mucho más gratificante y satisfactoria.
La práctica de la alimentación consciente nos ayuda sentirnos más satisfechos después de comer, disfrutando más con menos cantidad.
Alimentación Consciente Vs. Piloto Automático
Muchas de las personas con las que trabajo para ayudarles a mejorar su relación con la comida, lo primero que me comentan es que les encanta comer y que no quieren renunciar a ese placer.
Pero cuando exploramos cómo comen, explican que suelen hacerlo demasiado rápido, sin darse cuenta del aroma, color, textura o sabor de lo que comen…
Para entender los beneficios de comer más conscientemente, tenemos que practicarlo y darnos cuenta de cómo es de diferente comer así respecto a cómo lo hacemos habitualmente.
En la consulta suelo empezar con una pasa. Este ejercicio consiste en comer una uva pasa como si estuvieran descubriendo un alimento nuevo, que nunca han visto ni probado.
Es realmente revelador porque se dan cuenta de la gran diversidad de sensaciones que pueden aparecer cuando prestamos atención a la experiencia.
¡Muchos dicen que es cómo si nunca antes hubieran comido una pasa!
Personalmente, la primera vez que lo hice me quedé sorprendida de la intensidad y a la vez complejidad de su aroma. ¿Habéis realizado este ejercicio?
Comer con el piloto automático es un hábito y para modificarlo hemos de crear un nuevo hábito, el de comer de forma consciente.
Aunque crear un nuevo hábito puede no ser fácil al principio, a base de persistencia se puede lograr. La práctica constante de la alimentación consciente nos ayudará a ello.
¿Quieres probar?
Cómo practicar la Alimentación Consciente
Nada mejor estos días de vacaciones que tenemos por delante para empezar a practicar Mindful Eating, ¿te animas?
Empieza por un pequeño tentempié, no te pongas el difícil reto de comer conscientemente toda una comida. Muchas veces dos o tres bocados comidos de forma consciente ya pueden hacer que todo el ritmo de la comida se ralentice.
Es ideal pensar en dos o tres alimentos con diferentes texturas y colores. Por ejemplo una pequeña fresa, algún fruto seco y un yogurt.
- Colócalo todo en un plato y mantel bonito. (Alimentación Consciente es poner atención también a todo lo que rodea el acto de comer). Una vez lo tengas delante, obsérvalo atentamente, como si estuvieras viendo esos alimentos por primera vez. Aprecia los matices de los diferentes colores, la textura, la rugosidad, etc…
- A continuación, coge el alimento y acércatelo a la nariz con los ojos cerrados y aspira profundamente su aroma. ¿Qué notas? ¿Tal vez algún recuerdo? ¿Te es agradable, desagradable o te es neutro?
Acércatelo y aléjatelo de la nariz varias veces para darte cuenta de cómo tu nariz se acostumbra a ese aroma. - Y dale un pequeño mordisco. Observa el impulso de masticar y tragar sin dejarte llevar por él, simplemente permanece con el alimento sobre tu lengua, notando cómo es su primer sabor y textura. Paséalo por la boca, dándole pequeños mordiscos, totalmente presente en la experiencia.
Seguramente al hacer esto, tu atención se verá desviada por pensamientos tipo “esto es demasiado lento”, “yo no puedo comer así”, o por cualquier otro tipo de pensamiento. Escúchalos como tal, como simples pensamientos y vuelve a la experiencia de la boca tantas veces como sea necesario. Percibe también el impulso de masticar y tragar rápidamente sin juzgarte por ello.Recuerda que el hábito que tienes incorporado es comer deprisa y que al hacer esto en cierta forma estás yendo a contracorriente!
- Cuando ya tengas ese bocado totalmente masticado, trágalo, poniendo presencia también al acto de tragar en sí mismo.
- Continúa el ejercicio con un alimento diferente cada vez, como una cucharada de yogurt, o una avellana. Te invito a ir cambiando de alimento para darte cuenta de qué aroma, textura y sabor te resultan más agradables y hacer la experiencia más enriquecedora.
- Una vez hayas acabado con el plato, cierra los ojos y pon consciencia en cómo te sientes después de haber comido de esta manera, conscientemente.
¿Cómo ha sido de diferente respecto a cómo lo haces habitualmente? ¿Cómo te has quedado de satisfecho/a? ¿Qué emociones te han surgido al comer de esta manera? ¿Cómo crees que practicar la alimentación puede ayudarte a cuidar mejor de ti mismo/a?
Es importante que dediques un momento a hacer estas valoraciones y te respondas honestamente. Esto te ayudará a incorporar esta práctica de alimentación consciente como un hábito. Y estarás interiorizándolo como algo que escoges hacer tú, no algo impuesto desde fuera.
Es posible que al realizar esta práctica te surjan voces que cuestionen la validez de la alimentación consciente para tu día a día. Y ciertamente, no es viable comer de esta manera siempre, sobre todo cuando vamos a contrareloj la mayor parte del día. Y la pretensión de la práctica de la alimentación consciente no es la perfección, recuerda que entre el todo y el nada hay un punto intermedio desde el cual puedes cuidarte mejor. Date cuenta en qué medida, comer, aunque solo sea un poquito más conscientemente frente al piloto automático, ya puede ser algo bueno para ti.
¡Me encantará que me expliques cómo ha sido tu experiencia con esta práctica de alimentación consciente!
¿Te gustaría aprender más sobre alimentación consciente? ¿Te gustaría encontrar un espacio para mejorar la relación contigo misma, con la alimentación y con tu cuerpo? Acompáñame en el retiro «Nutre tu corazón» de Alimentación Consciente, Mindfulness y Compasión que tendrá lugar del 20 al 22 de abril de 2018
Aquí tienes toda la información que necesitas para saber más sobre este retiro
Mireia Hurtado. Psicóloga, técnico en dietética y nutrición y especialista en Alimentación Consciente, Mindfulness y Compasión.
Espero que este artículo te haya resultado interesante. Si crees que necesitas más ayuda para poner paz a tu relación con la comida y cuidarte sin dietas ni restricciones, estaré encantada de explicarte cómo te puedo ayudar.
SOLICITAR ENTREVISTA
POSTS RELACIONADOS
MINDFUL EATING: COMO PRACTICAR UN BOCADO CADA VEZ
MENTALIDAD DIETA: ¿QUÉ ES Y POR QUÉ NO TE AYUDA A CUIDARTE?
NO NECESITAS UNA NUEVA DIETA, NI UNA DETOX, NI COMER LIMPIO
COMER EMOCIONAL Y DIETA, EL CICLO DEL QUE ES POSIBLE SALIR
3 FORMAS DE DIFERENCIAR EL HAMBRE FÍSICA DE LA EMOCIONAL
Interacciones con los lectores