Amar tu cuerpo por lo que es y por lo que hace por ti es algo por lo que probablemente habrás luchado. De hecho, conozco a pocas personas que se sientan bien dentro de su piel.
Y esto es algo que me duele profundamente porque por mi trabajo y oir mi experiencia personal, he contactado con todo el sufrimiento que hay ahí. Y veo cómo las mujeres nos desempoderamos debido a una cultura de la que hemos aprendido que nuestros cuerpos no son correctos.
Pero a menudo explico que amar tu cuerpo te puede resultar algo muy retador si llevas muchos años criticándolo y castigándolo. Para mi, hay dos pasos previos a ese estado tan deseado pero que a menudo se nos visualiza tan lejano. Por un lado la aceptación y por otro la compasión.
AMAR TU CUERPO: ACEPTACIÓN Y AUTOCOMPASIÓN
La aceptación es el acto reconocer los pensamientos y emociones dolorosas respecto a tu cuerpo y tu persona y aceptarlos tal y como son, tomando consciencia de lo que los ha generado (cultura de la dieta, exigencia, contexto familiar…).
Por lo tanto, aceptación es reconocer y validar: reconocer el daño que ha generado en cada una de nosotras la cultura de la dieta y del logro.
Cada una de nosotras tenemos un abanico de experiencias vividas respecto a nuestro cuerpo, muchas de ellas traumáticas. Algunas personas viven continuamente la estigmatización por su tamaño corporal. Otras, aún teniendo cuerpos normativos, conviven en contextos familiares dónde la imagen corporal ha sido la tarjeta de presentación al mundo.
Y absolutamente todas recibimos cada día a través de medios de comunicación, redes sociales, conversaciones el impacto de una cultura tóxica que promueve una imagen ideal irreal.
Una vez des espacio a lo que hay, es decir, aceptes tus pensamientos y emociones dolorosas, el siguiente paso es el cultivo de la autocompasión. La autocompasión es generar amabilidad, la calidez y la comprensión hacia tu propia persona, hacia tu sufrimiento, hacia lo que gusta y lo que no te gusta, soltando los juicios y críticas. En definitiva, es poco a poco acercarte al amor incondicional hacia ti.
Para resumir el concepto de aceptación y autocompasión, me encanta la idea de aprender a «estar con»: «estar con» que mi cuerpo no me guste, «estar con» que me gustaría hacer más de lo que mi cuerpo me permite hacer en este momento, «estar con» que no siento que sea muy simpática, «estar con» que no se me de bien lo artístico…estar con todo eso de forma amable y a la vez sentir que merezco respeto, apreciación y cuidado.
AUTOCONFIANZA, AUTOESTIMA E IMAGEN CORPORAL
Cada vez que dejas de hacer algo por una mala imagen corporal, estás reafirmando tu sentir de no suficiencia, y por tanto la baja autoestima.
Aceptar y llevar compasión son los primeros pasos para salir del sufrimiento de la cultura de la dieta.
Empezar a cultivar la aceptación y la compasión hacia ti, a respetarte, a tratarte con cariño, aprender a estar con lo doloroso, reconocer todo el sufrimiento por el que has pasado, son los primeros pasos para aprender a amar tu cuerpo. Pero no dejes que tu sufrimiento te defina.
Aceptarte y amarte a ti misma necesita acción. Porque has venido a este mundo para vivir una vida plena, por más que te hayan hecho sentir lo contrario.
Así que sal ahí fuera y muestra al mundo tu luz. Dedícate tiempo y haz lo que sea necesario para sentirte bien contigo misma. Hay todo un abanico de posibilidades de vivir una vida plena y feliz más allá de la cultura de la dieta.
Cada vez que renuncias a hacer algo por tu imagen corporal, renuncias a vivir desde tu esencia.
Cada vez que tu mente te lance mensajes de autoataque, no te enganches a ellos. Lleva compasión hacia esas voces que te han acompañado durante tantos años porque probablemente tuvieron una función, pero suéltalas como pájaros en el cielo que se van volando. Porque ya no te sirven.
Y empieza a caminar, pasito tras pasito. Sal a bailar, lánzate a la piscina, vete de peregrina, ten una cita, renueva tu ropa interior, lee libros y coméntalos con tus amigas, apúntate curso, come rico, abraza fuerte,…en definitiva,…
¡Comprométete con la vida! ¡Eso es amar tu cuerpo!
Espero que este post te resulte inspirador
Con cariño
Mireia
Interacciones con los lectores